Entendiendo la Alta Sensibilidad en la vida diaria

La Alta Sensibilidad es un rasgo con el que vivimos muchas personas en el mundo. Si alguna vez te has sentido abrumado por ruidos fuertes, luces brillantes o incluso por las emociones de los demás, es posible que seas una PAS (Persona Altamente Sensible).

Primero quiero decirte que la Alta Sensibilidad en ningún caso es un trastorno, sino una característica de personalidad. Las PAS suelen ser más conscientes de su entorno y pueden procesar la información de manera más profunda. Esto puede ser tanto una ventaja como un desafío.

¿Qué es la alta sensibilidad?

La Alta Sensibilidad, también conocida como Sensibilidad de Procesamiento Sensorial, (SPS) se refiere a una mayor reactividad a estímulos externos e internos. Este rasgo fue descubierto por la psicóloga Elaine Aron en la década de 1990. Según Aron, aproximadamente el 15-20% de la población tiene este rasgo.

Las personas altamente sensibles pueden experimentar:

• Reacciones intensas a estímulos: Pueden sentirse abrumadas por ruidos, luces o multitudes.

• Empatía profunda: Suelen ser muy empáticas y pueden sentir las emociones de los demás con gran intensidad.

  
  

• Reflexión profunda: Tienden a pensar mucho sobre las experiencias y pueden analizar situaciones en profundidad.

  
  

La Alta Sensibilidad puede enriquecernos la vida de muchas maneras. Aunque puede presentar desafíos, también ofrece oportunidades para una conexión más profunda con uno mismo y con los demás.

Si te identificas como una PAS, debes saber que hay muchas personas que comparten esta experiencia. Con el tiempo, puedes encontrar formas de navegar por el mundo que se adapten a tus necesidades.

La Alta Sensibilidad es un viaje que vale la pena explorar. Con amor propio y comprensión, puedes aprender a abrazar tu sensibilidad y vivir plenamente.